La expresión de la sexualidad de
una persona se ha convertido muchas veces en un tabú que son conductas
moralmente inaceptables por grupos sociales, es la prohibición de algo
supuestamente extraño… pero y que tal si esas personas que practican lo
moralmente inaceptable, nos miran a nosotros de manera extraña? Cuál es el
límite de la normalidad, dónde empieza y dónde termina? Esta entrada quiero
hacerla para que cuando lo lean piensen, qué tan aceptable es esto para
ustedes.
Hace poco, cuando estaba en la
rotación de cirugía pediátrica, entré a un procedimiento que estaba anotado
como “mastectomía bilateral total”. Supuse que era un cáncer, o algo por el
estilo; lo que pasé por alto fue el nombre de la persona a la que se lo iban a
hacer: era el nombre de un hombre. Esto me generó asombro y curiosidad y a
continuación le preguntamos al cirujano, de qué se trataba. Él nos dijo: “lo
que pasa es que tiene un síndrome de Harry Benjamin”. ¿Un síndrome de Harry qué???-
“Es un síndrome en que una persona nace con determinado sexo, no hay
alteraciones cromosómicas, fenotípicas ni hormonales, y desde pequeños
determinan que se sienten como si fueran del sexo opuesto: actúan, piensan, se
empiezan a vestir como tal”. Entonces este era el caso particular de nuestro
paciente.
El Síndrome de Harry Benjamin es
también conocido como Disforia de género o Transexualismo; esto es que la
persona tiene un sexo fenotípico diferente al sexo cerebral y psicológico. Para
hacerlo más simple: nacen siendo un sexo y se sienten como el sexo opuesto.. Y es
que hay que tener en cuenta que “el cerebro es el órgano sexual más importante
y el único que puede definir, a ciencia cierta, el verdadero sexo de una
persona”. OJO porque que se denomine “Síndrome”
no lo hace una enfermedad o trastorno, sino que es una variación biológica del
desarrollo sexual humano. Hasta que se corrija su cuerpo, van a sentir
insatisfacción e infelicidad con la mayoría de características con las que
nacieron. George Jorgensen fue el primer caso de cirugía de reasignación de sexo y quien posteriormente se convertiría en Christine Jorgensen.
Usaré nombres NO REALES para contarles
un poco la historia del paciente que les mencionaba. María nació hace 18 años,
parto normal, con ecografías durante el embarazo que no mostraban anomalías. Alrededor
de los 8 años le manifestó a la mamá que ella no se sentía como una niña sino
que como un niño. María estudiaba en un colegio de monjas, y esto ocasionó un
gran impacto en su vida, ya que unos años más tarde decidió cambiarse el nombre
a Mario, y empezó a ocultar sus senos con fajas. Realizó cambios en su físico
para adoptar el carácter masculino con el que se identificaba. Se trasladó de
colegio y realizó más cambios de su físico. Más pequeño le realizan la
reconstrucción de un micro falo, y a sus 18 años decide hacerse las mastectomía
bilateral total.
Afortunadamente, después de la cirugía,
lo pudimos ver en el control por consulta externa. Era el primer día que iba a
poder ver los resultados. Una vez quitan el vendaje, se para y se mira al
espejo y sonríe. “Cómo te sientes Mario”, y el responde “feliz”. Creo que en la
vida he visto pocas veces un momento tan placentero y feliz para una persona
como lo fue verse a sí mismo como el hombre que se sentía. Fue un momento
importante en su vida que lo llenó de felicidad y estoy segura que de mayor
seguridad en sí mismo.
Entonces, reflexionaron acerca de
qué tan aceptable es esto para ustedes? O es tan inaceptable que lo consideran
un tabú? Espero sus opiniones!Aquí les dejo una corta entrevista que le hicieron a Christine Jorgensen.
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