miércoles, 15 de octubre de 2014

ELLING, MI AMIGO Y YO

Elling mi amigo y yo nos hace tener un argumento valioso para sustentar la creación de programas tales como lo es Hospital Día que ayudan en todo el proceso de rehabilitación que tiene la intención de reintegrar en la sociedad a las personas que tienen enfermedades mentales.

La trama principal de la película es de  cómo dos personas con enfermedad mental se enfrentan al regreso a la sociedad después de una hospitalización psiquiátrica prolongada. En un principio, por el hecho que tienen que aprender las habilidades sociales desde cero, es difícil hacer cosas tales como salir de compras al supermercado, contestar el teléfono, abrir la puerta, relacionarse con otras personas. El mundo de ellos estaba limitado dentro de su casa. Pero poco a poco, a medida que se desenvuelve la película podemos ver cómo progresan hasta el punto en que pueden tener una vida “normal”.

Es interesante ver también, cómo es de importante la intervención de otras personas que comprendan la condición de alguien con una enfermedad mental, tanto otros pacientes como personas del común, como pudimos ver al trabajador social que además de ser su deber, tenía buenas intenciones y los alentaba a salir adelante. Vemos como Kjell juega un papel crucial en el proceso de reintegración de Elling, pero también el de Elling en el proceso de Kjell y esto nos hace confirmar que es mejor un trabajo en conjunto, siempre intentando contar con una buena red de apoyo que hace más llevadero el proceso.

Por último quisiera decir que en ocasiones podemos subestimar a personas con condiciones específicas, sin embargo, la idea es hacerlos creer en sí mismos, que pueden salir adelante y que se debe fomentar la creación de los programas cuyo fin sea ayudar en todo el proceso de salida a la sociedad. Los enfermos mentales a pesar de su condición de enfermedad, son personas y seres humanos como cualquier otro y si nosotros podemos, ellos también pueden.

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